Chicos y chicas, esta es una historia real sobre el Señor Jesucristo. La Pascua ocurría una vez al año en Jerusalén. Era el tiempo para conmemorar cuando Moisés, siervo de Dios, guio al pueblo judío fuera de Egipto a la tierra prometida como Dios lo había mandado.
En esta historia real, esta era la primera vez que el Señor Jesús fue con sus padres a la Pascua en Jerusalén. El Señor Jesús tenía doce años según la Biblia cuando él fue.
La Pascua duró por siete días. Cuando terminó, José y María se fueron de Jerusalén con mucha otra gente para regresar a su casa en un pueblo llamado Nazaret.
Mientras tanto, cuando iban de camino a casa, el Señor Jesús se quedó atrás en Jerusalén. José y María no sabían esto. Pensaron que el Señor Jesús estaba con ellos y que estaba en algún lugar entre la gran multitud que estaba con ellos viajando de regreso a casa a Nazaret.
José y María viajaron durante un día entero antes de preguntar por el Señor Jesús. Cuando no pudieron encontrarlo al Señor Jesús, José y María se fueron a buscarlo entre la multitud. Pensaron que, tal vez, estaba con parientes y amigos. Pero la Biblia nos dice, chicos y chicas, que cuando José y María no lo encontraron con sus parientes y amigos, José y María se regresaron a Jerusalén a buscarlo ahí.
Estoy seguro que ellos estaban muy preocupados por el Señor Jesús. ¿Dónde podría estar el Señor Jesús?
Finalmente, José y María llegaron a Jerusalén. Buscaron en todos lados al Señor Jesús. ¡Les tomó tres días encontrarlo en Jerusalén! En el tercer día, encontraron al Señor Jesucristo. ¿Y dónde lo encontraron? Encontraron al Señor Jesús en el templo, que es el lugar de adoración a Dios. Ahí estaba el Señor Jesucristo, de sólo doce años de edad, en el templo, ¡sentado en medio de todos los maestros judíos! ¡Imagínense eso, chicos y chicas!
Chicos y chicas, ¡estos maestros judíos estudiaban todo lo que estaba escrito en las Santas Escrituras sobre Dios! Aquí estaba el Señor Jesús escuchándolos y haciendo preguntas a estos sabios maestros judíos. La Biblia nos dice que todos los que escuchaban al Señor Jesús hablando, ¡se asombraban del entendimiento del Señor Jesús y sus respuestas a las cosas pertenecientes a Dios! ¡Estos maestros judíos no podían creer la sabiduría de Dios que estaba sobre el Señor Jesús a la edad de doce años!
La Biblia nos dice, chicos y chicas, que el Señor Jesucristo es Dios. ¡Los maestros judíos no sabían que Dios mismo estaba sentado entre ellos y hablándoles!
Ahora pues, cuando José y María vieron al Señor Jesús con los maestros judíos en el templo en Jerusalén, ¡estaban sorprendidos! Le dijeron al Señor Jesús: “Hijo, ¿por qué nos hiciste esto? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando, preguntándonos dónde estabas. ¡Estábamos muy tristes!”
El Señor Jesucristo les dijo a José y María: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debía estar haciendo el trabajo de mi Padre?” Chicos y chicas, el Señor Jesucristo está hablando sobre su verdadero Padre en el cielo.
Su nombre es Dios. Pero José y María no entendían lo que el Señor Jesucristo les dijo. El Señor Jesús regresó con ellos a Nazaret, su tierra natal en Israel.
La Biblia nos dice que el Señor Jesucristo era obediente y honraba a José y María, sus padres terrenales.
La Biblia nos dice que el Señor Jesús creció más y más en sabiduría y buenas costumbres, obedeciendo la ley y en gracia, gozo y amor con Dios y el hombre. La Biblia nos dice que Dios le dijo al Señor Jesucristo: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.” (Lucas 3:22)
¿Qué hay de nosotros, chicos y chicas? ¿Puede Dios decirnos esas mismas palabras a nosotros? ¿Nos gustaría escuchar a Dios decir esas palabras a nosotros? Él puede decir: “Estoy complacido contigo” si tú le permites a Su Hijo, el Señor Jesucristo, entrar en tu corazón y en tu vida. ¡Qué hermosas palabras que salen de la boca de Dios!
Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. Me dejaré hallar de vosotros—declara el Señor.
Jeremías 29:13-14 (VRVA)
Siervos Poderosos del Dios Vivo
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